martes, 12 de enero de 2010

Viajar es un placer XX: el imperio de Mali

Cada pueblo tiene sus canciones, yo creo, la vida es una canción, que las canciones forman a los pueblos. Música hassani de Mauritania y, puede, del Sáhara español (antes, que ahora sería: el Sáhara de este pais )
Mauritania
La señora canta como lo haría un pueblo aguerrido, indómito, ante guerreros.
Interesante forma moderna de cantar, entre bollywood y discoteca afterhours (obsérvese la molesta pesadez del atambor).
Camellos en el desierto, bonito título para película española, dos amigos gay tienen un pequeño alijo de costo, van a Manresa a casa de una prima machorrota y encuentran la casa vacia....el resto del argumento se lo inventa el guionista (un poco de esfuerzo imaginativo nunca estaría de más, luego a cobrar la subvención...of course (¿o se cobra antes de hacer nada?))
Entremos en el corazón del antiguo y noble imperio de Malí (Mali desde nuestro último afrancesamiento)
Hemos tenido oportunidad de observar una excelente muestra del tradicional y enrevesado arte del chalaneo, con precio negociado de antemano, en un mercado de burros (perdón).
Vámonos de fiesta: fiesta tuareg, vigilada por camellos.
Otro festival, el de Essakane. Revuelto de jinetes y peatones.
¿Dudan ustedes que estemos en Malí?
Festival tuareg de Gossi
¿Quién se acuerda del Imperio Malí? Se acuerda y lo cuenta este caballero un djeli, guadian de la memoria de su pueblo.
Jinete famoso: Ouedraogo, galopemos con él la primera parte.
Los Wassangari, caballeros para los que el caballo es la fuerza (que la fuerza te acompañe)
El desfile de los wassangari
Hablemos de nuevo de las amazonas, pero de las de verdad, del auténtico cuerpo de mujeres guerreras.
Sí se lo saltan se lo pierden
Se acuerdan de Oudraogo: así termina su viaje.
Y así, en Senegal, termina esta entrada, con un gran defensor de la causa hípica.
Seguiré en Africa. ¡Lo prometo!